Según el economista Fernando León, con los escasos recursos que se destinan, las áreas protegidas no pueden ser debidamente cuidadas, ni mucho menos investigadas y puestas en valor. Entonces la falta de recursos canalizados para las áreas sería la principal deficiencia por la que aún no conocemos en conjunto los aportes que podrían hacer las especies de vegetales que no son estudiadas y que contribuirían además a la medicina, a la alimentación y a la vida del hombre.
Además, los beneficios que aportarían dichos vegetales de las reservas naturales no cubrirían solo un frente económico, ya que pueden ser explotadas de una manera pasiva, sin dañarlas, pero beneficioso a gran escala, como lo señala el investigador de la Universidad Católica, Fernando Murrugarra, que teniendo las áreas naturales un potencial turístico enorme, a éstas, se les daría un aporte adicional y de esa manera destinarlos para el turismo.
Ya que las áreas no solo otorgan agua para regadío, sino también para consumo humano y generación eléctrica, sería importante y necesario, realizar un análisis económico de la variación de ingresos para el estado que generaría la destinación de estas áreas para el turismo, porque habría un tiempo promedio de 5 años en la que no brindaría beneficio alguno y después de ello recién vendrían los ingresos por la actividad turística.
... en el caso de Perú no hay forma de sacarle provecho a los recursos naturales si las destinamos a dos frentes a le vez
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